Oleatos básicos:
Macerado de Caléndula en Oliva:
La caléndula
tiene propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias, antisépticas, fungicidas y
emenagogas. Está indicada para afecciones de piel y mucosa. Es perfecta para
tratar eccemas, dermatitis, granos.. Además alivia heridas, picaduras,
quemaduras... Se puede utilizar para todo tipo de pieles por lo que es un
ingrediente esencial en la bio cosmética y fitoterapia. Suele quedar con un color anaranjado y sin
mucho aroma.
Macerado de Hipérico en Oliva:
El hipérico o
hierba de San Juan es una planta mágica. Tiene muchas propiedades pero es muy
selectiva y tiene muchos enemigos. Este oleato es maravilloso para tratar
afecciones de la piel, es cicatrizante, fungicida, astringente y antiséptico,
además de antibiótico, alivia quemaduras, difumina manchas solares, desinfecta
granos y cicatriza sus heridas. No obstante no debe utilizarse previo a exponerse
al sol.
~*Las
contraindicaciones de la hipericina (principio activo del hipérico) se refieren
a su uso interno (como antidepresivo natural) ya que no debe compaginarse con
ciertos tipos de fármacos como los anticonceptivos, ciclosporina y otros, cuando se tiene VIH, o
cuando se está embarazada o periodo de lactancia. Por ello es imperativo
informarse ante cualquiera de estos casos o de mediaciones especiales.
El hipérico
como antidepresivo natural también tiene
sus salvedades. Se utiliza para depresiones “otoñales” es decir bajones
estacionales o temporales y leves (en forma de tintura) siendo muy útil en
estos casos. Sin embargo está totalmente prohibida para aquellas personas que
sufren depresiones endógenas, graves, esquizofrenia, síndrome bipolar, etc.
El macerado
de hipérico toma un color rojo intenso increíble aunque el aroma no es muy
bueno.
Macerado de Arnica en Oliva:
La árnica tiene
propiedades emolientes y antiinflamatorias. Se utiliza para golpes, torceduras,
dolores musculares…
Además tiene
propiedades bacterianas por lo que se utiliza también para heridas o granos
aunque en este caso no se utiliza en forma de macerado en aceite sino en
infusión o hidrolato.
Macerado de Manzanilla en Oliva:
La manzanilla
también tiene propiedades emolientes y antiinflamatorias, antisépticas y
calmantes. Por lo que yo la utilizo para ungüentos para hemorroides por
ejemplo, o cremas relajantes o para pieles sensibles o irritadas. Coge un color
amarillo clarito muy agradable.
Macerado de Cannabis en Oliva:
Uno de los
principios activos del Cannabis es el CBD, componente medicinal paliativo que
ayuda a combatir dolores musculares. Este aceite lo utilizo también para
ungüentos analgésicos junto con otras plantas, que ya iré poniendo. Coge un
color verde oscuro y un aroma muy peculiar.
Macerado de Limón en Oliva:
El macerado
de limón me encanta, huele muy bien y también coge un color amarillo muy
fresco. Es antiséptico, reafirmante,
tonificante, perfecto para hacer jabón de limón o cremas hidratantes ligeras.
Macerado de Eucalipto en Oliva:
El macerado
de eucalipto es increíble, es verde oscuro intenso con un aroma fresco a
bosque. Utilizo las hojas jóvenes por lo que el olor difiere un poco al del
aceite esencial es mucho más dulce, y no es tan fuerte por supuesto. Tiene propiedades antisépticas, desinfectantes,
antibacterianas… Perfecto para tratar el
exceso de sebo.
Macerado de Llantén en Oliva:
El macerado
de llantén tiene también un olor oscuro aunque más marrón, el aroma sin embargo
no es muy bueno y tiene una consistencia viscosa. Combinado con más plantas es
perfecto para hacer ungüentos contra picaduras, quemaduras.. regenera y alivia
la piel.
Existen muchísimas
posibilidades y combinaciones posibles… De momento dejo esto por aquí, y ya iré
poniendo más. Combinando unas plantas con otras, unos aromas con otros e
incluso los aceites, para conseguir aromas, texturas, y propiedades mágicas
para nuestros cuerpecitos.
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