Del compuesto a la quintaesencia
Las partes activas de los vegetales, aquéllas que tenían propiedades terapéuticas, recibían el nombre
Para alcanzar la acción medicinal, la planta requería una manipulación y transformación, a fin de obtener las sustancias que presentaban acción específica. Se podía hervir la planta en agua (decocción), añadir agua hirviendo sobre la especie medicinal (infusión), sumergir el simple en agua fría (maceración) o bien
En la Baja Edad Media se comienza a gestar el embrión de lo que prodríamos denominar la primera revolución farmacéutica, con la aparición de los tratados atribuidos a Ramón Lull y a Johannes Rupescissa y que, bajo el título Libro de la Quintaesencia, aportarán una nueva visión sobre la aparición de los medicamentos. La quintaesencia, es decir, el espiritu, neuma ordenador y afente dinámico de la transformación, servía a la vez para obtener medicamentos y para "curar" los metales innobles transformándolos en oro y plata. Para Lull y Rupescissa, la quintaesencia era el alcohol, que servía para extraer los principios aromáticos de las plantas y tenía una importante utilidad terapéutica. La farmacia medieval, inspirada en el galenismo, obtenía sus principios activos mediante extracción acuosa. Con la extracción alcohólica se enriqueció la farmacia medieval y se renovó una terapéutica anquilosada. "
Fuente: http://www.revistaazogue.com/botica.htm
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